Incienso y carbón litúrgico
El incienso es una resina gomosa que se obtiene de árboles (Incienso y mirra). Este es un sacramental: Incienso bendecido por un sacerdote y se utiliza en la liturgia católica como en hogares piadosos-religiosos. El incienso tiene un aroma dulce, cítrico y ligeramente a pino. El carbón litúrgico se utiliza para quemar incienso y se caracteriza por quemarse lentamente, generando una llama constante y duradera. Este sacramental contiene: Una bolsa hermética con incienso y dos carbones benditos).
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El incienso se utiliza para santificar, bendecir y venerar. El humo del incienso es símbolo del misterio de Dios. El incienso evoca la presencia de Dios y sugiere nuevas formas de relacionarse con Dios y junto con el carbón al quemarse, emana un aroma espiritual y santificante en todo su entorno, permitiéndonos sentir pureza, salud mental, calma y bendición. Cuando ve salir el humo, recuerda que estamos reunidos como pueblo de Dios en la Misa, uniéndonos a Jesús para ofrecer el sacrificio perfecto al Padre. En la Misa, nuestras oraciones se unen, y el incienso nos da un recordatorio visual de esas oraciones ofrecidas a Dios.
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